domingo, 7 de abril de 2013

LITERATUTA INFANTIL




El niño, desde pequeño, debe acostumbrarse a buscar entretenimiento en los libros de cuentos y poesías, y en los trabajos intelectuales según su estadio. 

literatura infantil


 ¿Qué es la literatura infantil?

La literatura infantil es un arte que recrea contenidos humanos profundos y esenciales; emociones y afectos primigenios; capacidades y talentos que abarcan percepciones, sentimientos, memoria, fantasía y la exploración de mundos ignotos.

Es un arte que abarca campos del quehacer humano básicos y que tiene que ver de manera raigal con la cultura, la educación, la comunicación, la ciencia y lo más central de las humanidades; es un arte que asume la realidad, decanta la vida, recorre y traspasa la fantasía, toca y se introduce en lo eterno.

Devela, desentraña y debate artísticamente asuntos fundamentales del ser del hombre y de las cosas, de la naturaleza y de la vida, del cosmos y el destino, al mismo tiempo que remece, conmueve y transforma el alma escondida del ser del niño o de la persona humana que lee, al mismo tiempo que sublima y cambia la vida.

Busca reinventar el mundo en función de viejos y a la vez nuevos cariños e ilusiones. Permite que el niño se sitúe frente a la realidad con fascinación, lleno de encanto que los creadores arrancan al misterio como expresión de la vida con significados henchidos de valor y colmados de esperanzas.

Diversas categorías o clases de literatura infantil se perfilan. Así, se puede considerar una literatura infantil hecha por adultos con alma de niños y de niños con puño, tinta y pluma de adultos.

Ya en otro plano u orden, hay una literatura en donde predomina lo lúdicro, otra en donde se despliega lo fantástico, otra donde bulle lo humano en su dimensión social o colectiva. Hay una literatura que se complace en el ritmo del lenguaje, otra que se interesa más bien por el ámbito de las formas, otra que se sumerge en la materia de los sueños, y otra que se compromete con los problemas y dolores del mundo.
 
Características de la literatura infantil
 
Son características que definen a la literatura infantil:

a. Los temas; con los cuales se identifica el niño.
b. El lenguaje; asequible pero a la vez mágico.
c. La fantasía; que relumbra, hechiza y sorprende.
d. El humor; fino, inteligente, ocurrente.
e. La aventura; que aumenta según el trajinar de los caminos.
f. El heroísmo; que lucha por el anhelo de hacer un mundo mejor.
g. La esperanza; que sostiene y alienta la vida.

Lograr reunir todo ello en el acto creador de la literatura supone arrojo, entereza y extraordinario valor. Implica también trabajo con el lenguaje a fin de alcanzar sencillez, candor y limpidez, porque para ser auténticos se tiene que hablar desde el niño íntimo y recóndito, pero además en un código natural y de acuerdo a las expectativas, intereses y preferencias del niño concreto, aquel que existe y está ligado fervorosamente a la vida.
Se hacen presentes y se muestran tangibles entonces en la literatura infantil los siguientes ejes y paradigmas:

a. El espíritu de infancia, que define la esencia del arte.
b. El niño interior.
c. El niño real y concreto que existe socialmente.
 
La oralidad en la literatura infantil
 

La literatura infantil es tan antigua como el hombre o el niño mismo, aunque se reconoce como el primer libro para niños el que elaboró Amós  Comenius titulado Orbis Pictus aparecido el año 1658. Sin embargo, todas las viejas culturas, e incluso las antiquísimas tejieron mitos, leyendas, fábulas, arrullos, rimas verbales, apólogos, que hacen la mejor vertiente de la literatura infantil.

Todos aquellos géneros eran trasmitidos de generación en generación mediante la palabra oral, que es uno de los medios del arte literario que tiene ventajas insuperables en cuanto a dones y recursos frente a otros logros y resultados que se pueden alcanzar a través de la escritura.

La oralidad resulta fundamental en la literatura infantil no como órbita o código lingüístico formal sino en cuanto a la naturalidad que impone y establece, dado que el lenguaje en la literatura infantil tiene que ser íntimo, sonoro, escuchado; ha de dar la sensación de cercanía; ha de ser hablado no solo por los personajes que la historia o el texto cobija, sino por la voz del narrador que se hace personal y confidente. Incluso contenida ya en el formato libro ha de dialogar con el contertulio de la lectura como dialogan los personaje que en él habitan y en sus páginas moran y viven.
 
 Literatura infantil es literatura universal

De allí que la llamada literatura infantil debe ser reconocida como la verdadera literatura universal, porque de ella devienen todas las restantes y porque sus atributos son esenciales a aquellos que toda estética reconoce como consustanciales al arte: el espíritu de infancia.

No se trata entonces de ver qué rama u hoja del árbol grande y copioso de la literatura ocupa o corresponde a la literatura infantil, porque ella no es gajo, ni vástago ni pimpollo. No es acodo ni atajo. Ubicarla así sería aceptar la concesión piadosa de un lugar marginal en la tradición, cuando ella es en verdad la yema, la cepa y hasta el manantial.

Es la que ocupa el lugar de centro, de peana y tronco principal, y consecuentemente de la mayor distinción y prerrogativa.

La literatura infantil es médula de la literatura, de donde devienen otras expresiones como puede ser la literatura por corrientes, escuelas o movimientos literarios: sea el romanticismo, la corriente modernista, la vanguardia o el surrealismo; o por géneros: sea la poesía, narrativa, teatro, ensayo; o sea por temas: literatura fantástica, histórica, social, policial, testimonial, etc.
 
 
 El espíritu de infancia

Así como se reconoce en la vida que el hombre es consecuencia del niño y que el niño es en realidad el padre del hombre, así también en el vínculo entre literatura infantil y el resto de literaturas aquella es la básica y general, como es lógico y natural suponer, pensar y aceptar.

Del mismo modo, así también se reconoce por fin y se actúa bajo dicha óptica y orientación en el sentido de que el centro o el protagonismo de la acción en la escuela y en la educación corresponde tenerla al niño, así también ocurre en el campo de la literatura.

No hay mayor afinidad posible que la existente entre literatura y niñez o infancia. Cabe sustentar entonces idéntica relación y defender en el campo del arte y más consecuentemente en el terreno de la literatura esta preeminencia.

Todo lo anterior debemos sostenerlo no por capricho o consigna ni por prurito de escalonamiento sino porque es el orden cierto, natural y verdadero de las cosas, las cuales hay que devolver a su verdadero lugar.

Y porque le haría mucho bien desembarazarse a la literatura adulta o general de tanto prejuicio, pátina y tufillo de soberbia frente a la literatura infantil y entrar a una relación más fresca y lozana con el espíritu de infancia que lo es el de la vida y del mundo que es prístino y radiante en la literatura infantil.
 
 

Características estructurales de la Literatura infantil 

Para empezar a diferenciar a la Literatura Infantil como Genero literario complejo (porque incorpora en su seno a la poesía, la narrativa, la novela, la dramaturgia, etc) , o quizás, más bién, como un Subgénero dentro de cada género (lo que a mi entender sería más apropiado); del mismo modo que la novela negra es un subgénero de la novela, por ejemplo, o el cuento fantástico es un subgénero dentro del cuento, la novela para niños (es decir, aquella novela que también funciona para los niños, además de los adultos) es un subgénero de la novela y así sucesivamente. En todo caso, ya sea un género por si mismo, o un subgénero de cada género, la literatura infantil tiene particularidades que la diferencian. Vamos a comenzar por las estructurales y en proxima entrada  iremos con las semánticas. Pero antes debo rendir tributo a la profesora Grisalda Navas, ya que mucho del material que yo expongo aqui se nutre de sus excelentes obras de investigación tituladas Introducción a la Literatura Infantil, Tomos I, II y III.

Algunas de las características estructurales más representativas de la LI serían::


* Trama lineal, aunque últimamente la evolución de la LI ha llevado a tramas un poco más complejas, con diferentes planos temporales, varias voces narrativas y tramas secundarias como en la gran literatura, aunque, por supuesto, sin llegar a niveles semánticos demasiado complejos que la hagan inaccesible al joven lector.

* El tiempo y el lugar generalmente son imanentes o arquetipales, establecidos mediante referentes tales como “Había una vez”, “En un lugar muy lejos de aquí”, “Hace mucho tiempo”, entre otros.

* Imágenes de maravillosa sencillez (no por ello triviales).

* Estilo no recargado ni retórico; por el contario:  muy ágil, dinámico y bastante depurado.

* Empleo frecuente del diálogo, en un estilo narrativo directo, poco referncial.

* Actualmente se observa con mucha frecuencia la presencia de personajes genéricos como “topo”, “sapo”, “ardilla”..

* Empleo exhaustivo del sinsentido, el absurdo, la hipérbole, y otros recursos humorísticos.

* No se detiene mucho en la descripción de personajes o lugares, para ganar tensión narrativa.

Estos serían algunos de los elementos que encontramos con más frecuencia y, que si bien también están presentes en toda la literatura en mayor o menor grado, en la LI infantil adquieren gran relevancia y forman parte de la "receta" de su éxito con los lectores infantiles.


La importancia de la literatura infantil en el desarrollo

La literatura artística en la primera infancia contribuye al desarrollo integral de los niños. Muchos autores argumentan el porqué de su importancia, por su influencia en:

• El desarrollo físico-motos y psicomotor.

• El desarrollo cognitivo (atención, percepción, memoria y resolución de problemas).

• El desarrollo emotivo – afectivo.

• El desarrollo de la autoestima.

• El desarrollo social.

• El desarrollo linguistico, estético y literario.

• El desarrollo moral.

• El desarrollo creativo.

Es decir, la literatura infantil contribuye al desarrollo cognitivo, tanto en su aspecto perceptivo como memorístico; es un medio extraordinario para fomentar vínculos afectivos; ofrece modelos de conducta positivos y negativos; puede favorecer el desarrollo ético a través de la identificación con determinados personajes de los cuentos, y sirve para eliminar tensiones y superar miedos y problemas emocionales.

La vida es la fuente de la literatura infantil, de ahí que las historias de ciertos cuentos o chascarrillos acercan a los infantes al mundo de los adultos. En este sentido, los niños aficionados a la literatura infantil desde edades tempranas suelen ser buenos lectores durante toda su vida.

Las ilustraciones en los libros de literatura infantil motivan el aprendizaje de la lectoescritura, y

es, además, un componente fundamental para el desarrollo de las habilidades lingüísticas infantiles.

El cuento, como obra literaria, se considera como una acción didáctica llena de sentido, y nunca debe ser considerado como una actividad adicional o de un parche. Los cuentos, convenientemente presentados, motivan e incitan a los niños a introducirse, a través del lenguaje, en un mundo distintoal suyo, lo que revierte en una utilización más rica y ajustada de ese instrumento. Si además la narración se hace de manera que en su curso invitea los pequeños a predecir lo que puede ocurrir, a partir de lo ya relatado, o si se les reta a aventurar hipótesis sobre los personajes, el desenlace ocualquier otro aspecto, se está fomentando en ellosuna serie de estrategias cognitivas de máximo interés y utilidad para la buena realización de posteriores aprendizajes.

Asimismo, si la narración se extiende mediante una representación relacionada con su contenido, la reconstrucción de lo relatado, su reinvención con m

odificaciones, etc., se está dando paso a actividades estrechamente relacionadas con la capacidad de comprender, sintetizar y crear.
 

METODOLOGIA PARA DESARROLLAR LA LITERATURA


El amor por la lectura es uno de los mejores hábitos que un niño puede desarrollar. El descubrimiento de la lectura, su afianzamiento en la vida del menor y la transformación en su opción de ocio favorito suponen un proceso en el que los padres ocupan un papel fundamental, y que aportará beneficios a numerosos niveles durante el resto de su vida.

Los cuentos, su primer contacto con la lectura


Mucho antes de que el niño pueda disfrutar por sí sólo de la literatura, deben ser los padres los que le descubran ese universo.

Los cuentos son las primeras obras con las que tendrá contacto el pequeño. Dinámicos y llamativos, su principal objetivo es captar la voluble atención del niño. No pretendas centrar la experiencia en la propia lectura, deja que tu hijo descubra por sí mismo las páginas, pasee su vista por el mundo de colores e interactúe con los volúmenes tridimensionales.

No sólo darán rienda suelta a su imaginación, sino que le mostrarán valores que podrá aplicar a su vida
En torno a la edad de dos años el interés del niño a la hora de "contar un cuento" se va incrementando. Podrás sentarte con él, leer en voz alta y compartir la fantástica experiencia de la lectura. Deja que el pequeño marque el ritmo, sin obligarlo a seguir el orden establecido, ya que todavía no comprende completamente la historia que se esconde tras esas coloridas páginas.

Entre los tres y cinco años tu pequeño no sólo logrará sumergirse en las historias, sino que empezará a formar ese especial vínculo con la lectura. A tu lado empezará a vivir esas historias, que no sólo darán rienda suelta a su imaginación, sino que le mostrarán valores que podrá aplicar a su vida. Los cuentos tienen una destacada función didáctica, permitiéndole comprender situaciones que se le presentan en su día a día. No es fácil hacer entender a un pequeño la importancia de valores como la generosidad o el respeto, y es en la piel de otros, especialmente en coloridos animales, como encontrará solución a las incógnitas que le rodean.

Despierta su pasión por la literatura


A partir de los 8 años empieza la etapa clave en un futuro amante de la lectura. Su comprensión de la vida y sus sentimientos son mucho más amplios y la literatura le permitirá ampliar aún más esos horizontes. Ahora la lectura es una actividad independiente de los padres que le permite explorar sus propias inquietudes.

Descubre a tu hijo las infinitas posibilidades del mundo de los libros. Cómics, relatos, mangas y novelas se aderezan con infinitas temáticas que captarán la atención de tu hijo. Opta por obras donde se traten asuntos que captan su interés fuera de las páginas y por libros de aventuras, ya "engancharán" a tu hijo a ese maravilloso universo de la literatura. Una vez hayas despertado su amor por la lectura, él mismo se zambullirá en este infinito océano.

Vive con tu hijo el amor por los libros
Vive con tu hijo el amor por los libros
Una de las claves para inculcar el amor por la literatura es el ejemplo. Los niños cuyos padres son ávidos lectores se convierten ellos mismos en amantes de la literatura. Buscad juntos momentos de relax en los que cada uno lea su libros y anima a tu hijo a compartir contigo sus impresiones e inquietudes sobre el texto que acaba de disfrutar. Es muy importante que le hagas comprender que la lectura es una afición, un juego más en su vida, y que no lo tome como una asignatura de la escuela. Muchos niños sienten la literatura como una obligación escolar, en muchas ocasiones con obras que no logran despertar su interés. Está en tu mano alejar esa impresión haciéndole descubrir la magia que se esconde en los libros.

La lectura y su altos valores didácticos


La afición a la lectura es una de las actividades más enriquecedoras que podrá desarrollar tu hijo. La literatura abre la mente de una persona, le permite conocer otras realidades y fomenta su interés por la cultura. Todo ello hace que la creatividad del niño se estimule, convirtiéndole en una persona con más inquietudes y expresividad.

Su vocabulario se enriquecerá y su nivel de faltas de ortografía descenderá
La lectura mejora a su vez la escritura del niño. La asimilación contínua de textos hace que le sea más sencillo componer los suyos propios. Así mismo, su vocabulario se enriquecerá y su nivel de faltas de ortografía descenderá, al haber aceptado la escritura de muchas palabras tras su visión contínua.

La literatura es un mundo maravilloso que permite a tu hijo dejar volar su mente, comprender indirectamente el mundo que le rodea y fomentar muchas de sus aptitudes. ¡Pon en tu vida un pequeño lector!

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario