PARA DESARROLLAR LA LITERATURA INFANTIL
El amor por la lectura es uno de los mejores hábitos que un niño puede desarrollar. El descubrimiento de la lectura, su afianzamiento en la vida del menor y la transformación en su opción de ocio favorito suponen un proceso en el que los padres ocupan un papel fundamental, y que aportará beneficios a numerosos niveles durante el resto de su vida.
Los cuentos, su primer contacto con la lectura
Mucho antes de que el niño pueda disfrutar por sí sólo de la literatura, deben ser los padres los que le descubran ese universo.
Los cuentos son las primeras obras con las que tendrá contacto el pequeño. Dinámicos y llamativos, su principal objetivo es captar la voluble atención del niño. No pretendas centrar la experiencia en la propia lectura, deja que tu hijo descubra por sí mismo las páginas, pasee su vista por el mundo de colores e interactúe con los volúmenes tridimensionales.
No sólo darán rienda suelta a su imaginación, sino que le mostrarán valores que podrá aplicar a su vida
En
torno a la edad de dos años el interés del niño a la hora de "contar un
cuento" se va incrementando. Podrás sentarte con él, leer en voz alta y
compartir la fantástica experiencia de la lectura. Deja que el
pequeño marque el ritmo, sin obligarlo a seguir el orden establecido, ya
que todavía no comprende completamente la historia que se esconde tras
esas coloridas páginas.Entre los tres y cinco años tu pequeño no sólo logrará sumergirse en las historias, sino que empezará a formar ese especial vínculo con la lectura. A tu lado empezará a vivir esas historias, que no sólo darán rienda suelta a su imaginación, sino que le mostrarán valores que podrá aplicar a su vida. Los cuentos tienen una destacada función didáctica, permitiéndole comprender situaciones que se le presentan en su día a día. No es fácil hacer entender a un pequeño la importancia de valores como la generosidad o el respeto, y es en la piel de otros, especialmente en coloridos animales, como encontrará solución a las incógnitas que le rodean.
Despierta su pasión por la literatura
A partir de los 8 años empieza la etapa clave en un futuro amante de la lectura. Su comprensión de la vida y sus sentimientos son mucho más amplios y la literatura le permitirá ampliar aún más esos horizontes. Ahora la lectura es una actividad independiente de los padres que le permite explorar sus propias inquietudes.
Descubre a tu hijo las infinitas posibilidades del mundo de los libros. Cómics, relatos, mangas y novelas se aderezan con infinitas temáticas que captarán la atención de tu hijo. Opta por obras donde se traten asuntos que captan su interés fuera de las páginas y por libros de aventuras, ya "engancharán" a tu hijo a ese maravilloso universo de la literatura. Una vez hayas despertado su amor por la lectura, él mismo se zambullirá en este infinito océano.
La lectura y su altos valores didácticos
La afición a la lectura es una de las actividades más enriquecedoras que podrá desarrollar tu hijo. La literatura abre la mente de una persona, le permite conocer otras realidades y fomenta su interés por la cultura. Todo ello hace que la creatividad del niño se estimule, convirtiéndole en una persona con más inquietudes y expresividad.
Su vocabulario se enriquecerá y su nivel de faltas de ortografía descenderá
La lectura mejora a su vez la escritura del niño.
La asimilación contínua de textos hace que le sea más sencillo componer
los suyos propios. Así mismo, su vocabulario se enriquecerá y su nivel
de faltas de ortografía descenderá, al haber aceptado la escritura de
muchas palabras tras su visión contínua.La literatura es un mundo maravilloso que permite a tu hijo dejar volar su mente, comprender indirectamente el mundo que le rodea y fomentar muchas de sus aptitudes. ¡Pon en tu vida un pequeño lector!
COMO DESARROLLAR UNA BIBLIOTECA INFANTIL
Crear y organizar una biblioteca personal para los más pequeños
influirá en su aprecio hacia los libros y estimulará positivamente el
hábito de la lectura. Les será más apetecible sentarse con un libro
entre las manos y disfrutar de él si tienen un sitio especial para ello.
Aunque a primera vista los términos orden y niño resulten antagónicos, todos conocemos la importancia de inculcar el valor del orden desde temprana edad. Mantener el orden
en diversos aspectos de su rutina le ayudará con posterioridad a
adquirir otros valores como la responsabilidad, la justicia o la
fortaleza.
Es recomendable colocarla en un lugar que el niño sienta como propio, y ese sitio suele coincidir con su dormitorio. En medio de un ambiente acogedor y estimulante, la biblioteca ha de ser fácilmente accesible
para él, con los libros y demás materiales organizados y a la vista
para que resulte sencillo localizar aquello que busque. Eso sí, es
importante no mezclar con juguetes, consolas o la televisión para evitar
despistes.
A la hora de seleccionar los libros, podemos consultar la amplia
oferta editorial para niños a través de sus webs y catálogos, o bien en
nuestra librería habitual. Te invitamos a consultar el especial Pautas para escoger las lecturas de nuestros hijos
con varias ideas al respecto. Además de libros, este rincón puede
contar con un equipo de audio para escuchar canciones o cuentos,
cuadernos para dibujar o recortar, tebeos, material de escritura y
pintura, un teatro de títeres, una pizarra...
¿Cómo organizarla?
Según pase el tiempo, la colección de libros de nuestro hijo irá
creciendo, del mismo modo que sus gustos irán variando. Como ya hemos
apuntado, mantener el orden entre sus cosas le ayudará a encontrar
rápidamente lo que busca, además de inculcarle respeto y hábitos de
cuidado. Del mismo modo, estructurar su biblioteca le hará descubrir y
diferenciar formatos, temas, géneros, autores... Las opciones son
múltiples, aunque apostamos por un método sencillo que resulte fácil de
mantener, ya sea por temática (cuentos, adivinanzas, aventuras,
misterio, etc.), por géneros (libros informativos, libros juguete,
álbumes ilustrados, cómics, novelas…), por tamaño o formato, por
editorial o autor, por orden alfabético, por personajes, etc.
Si hay una biblioteca pública cerca de casa o en la propia escuela, sería buena idea acudir con él para escoger lecturas e iniciarlo en el trámite del préstamo de libros. Dichos libros tendrán un apartado propio en su biblioteca personal.
No tenemos que esperar a una fecha señalada para regalar un libro.
Cualquier día es bueno para aparecer por casa con uno bajo el brazo.
Podemos pedir que lo envuelvan en la librería para crear expectación en
quien va a recibirlo y entregarlo como un regalo especial. No olvidemos
que la imposición no sirve de nada a la hora de fomentar el hábito de la
lectura, sino muy al contrario, y estos pequeños detalles harán que el
niño relacione los libros con experiencias positivas, animándole a
seguir leyendo en el futuro.
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