La lectura
La reflexión sobre la lectura se ha tornado en un
aspecto central en distintas disciplinas (psicología,
lingüística, psicolingüística, didáctica, entre otras)
dado el papel fundamental que esta cumple tanto
en lo individual como en lo social. A partir de las
reflexiones que se han generado desde las distintas
disciplinas que intentan dar cuenta de ella, la lectura
ha dejado de concebirse como el mero reconocimiento
de unos signos gráficos, o la simple transcripción
de lo gráfico a lo verbal, o la decodificación
de unos símbolos alfabéticos, para convertirse, antes
que nada, en un proceso dinámico, en un trabajo de
carácter cognitivo, mediante el cual un individuo
adelanta una serie de operaciones mentales encaminadas
a reconstruir el significado de un texto,
pues como plantean De Vega
et ál. “el proceso lector
completo consiste en la construcción del significado
global del texto” (1990, p. 17).
Las estrategias y la
enseñanza-aprendizaje de la lectura
Según lo desarrollado, el saber leer supone, desde
la perspectiva del sujeto lector, la activación de
conocimientos declarativos, procedimentales y
condicionales; ahora bien, el proceso de enseñanzaaprendizaje
de la lectura, desde la óptica del docente,
implica decidir de estos conocimientos cuáles va a
privilegiar y, en consecuencia, qué tipos de contenidos
va a trabajar en el aula. A partir de lo expuesto,
hay planteamientos que asumen como contenidos
escolares en la enseñanza de la lectura las estrategias
(cognitivas y metacognitivas); esto implica conocer
los aspectos relacionados con los procesos mentales
que conlleva el aprender –dimensión cognitiva.
¿POR QUÉ POTENCIAR LA LECTURA?
Una vez iniciado el período escolar el alumno se esfuerza por no perder el tren de la lectura y es entonces cuando los responsables de su aprendizaje debemos ofrecer al niño un medio adecuado con estimulaciones
culturales ricas y planificadas de manera que le permita desarrollar su potencial interior.
En todo momento al docente nos preocupa la forma en que nuestros alumnos accedan al estado lectoescritor
de la mejor manera posible; consideramos que es uno de los pilares en los que se puede fundamentar un
gran porcentaje de fracasos escolares, debido a la deficiente adquisición de destrezas básicas.
Una de las funciones principales de la escuela pasa por la formación de individuos capacitados para la
lectura imaginativa y personal, y que puedan acceder autónomamente a la información y a la formación, al saber y
a la cultura. Todo esto sólo lo podremos conseguir si hacemos de “la educación algo vivo, alegre y creativo”.
Nuestro plan de animación a la lectura no es un plan de mejora de la comprensión escrita, ni un plan de
organización y dinamización de biblioteca de aula, sino todos estos aspectos a la vez.
QUE SE ENTIENDE POR LEER?
Existen multitud de definiciones y de conceptos relacionados con la lectura pero la mayor parte de ellos
fijan sus posiciones entorno a la necesidad de
dotar de contenido (entendimiento) al texto, para que tenga de
algún modo significado para el lector, lo cual implica que éste debe ser capaz de identificarlo en el contexto,
para después ser la información que se procese inteligentemente. En síntesis: la lectura comprensiva ha de
potenciar el aprendizaje significativo.
Del mismo modo tenemos la necesidad de hacer hincapié en la intencionalidad de la lectura que estará
encaminada en torno a estos tres parámetros:
1.
Motivación: Especialmente en el período escolar, cuando el niño encuentra correspondencia al esfuerzo
realizado. La lectura ha de ser lúdica, divertimento imaginativo para el niño.
2.
Necesidad: esparcimiento, culturización…
3.
Hábito: Es el objetivo de la escuela: dotar al alumno de un hábito lector. Será uno de los mejores recursos
con los que podemos dotar al alumno para afrontar el futuro con seguridad. Además, este hábito lector
será el recurso del que disponga el sujeto para preservar su independencia porque estimula el espíritu
crítico y despierta la creatividad.
5. METODOLOGÍA
La metodología debe hacer compatible el desarrollo individual de nuestros alumnos, atendiendo a las
características de las distintas edades y ciclos, a sus capacidades individuales.
El Plan de lectura exige estimular y desarrollar la necesidad y el placer por leer desde la incorporación a las
unidades didácticas globalizadas en educación infantil, hasta la programación práctica y animación a la lectura en
educación primaria, tanto en el aula como en casa.
Las sesiones de lectura oral realizadas por el profesor se dinamizan a partir de diversas lecturas que
hacen desarrollar la imaginación de los alumnos. Es especialmente importante esta actividad para los alumnos
con dificultades de lectura mecánica que le impiden una lectura comprensiva grata y estimulante
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